'A Petro hay que ayudarlo, no revocarlo': Angelino Garzón

El Vicepresidente dice que el Alcalde tiene que escuchar más al Gobierno y
al empresariado.

Foto: El Tiempo
Domingo 06 de Enero del 2013

Los graves quebrantos de salud que ha sufrido el vicepresidente Angelino
Garzón y la enfermedad que padece su esposa, Monserrat, lo han conducido a
comprobar que los servicios de salud del país son "absolutamente desiguales e
injustos", y no vacila en responsabilizar de ese desequilibrio a las EPS y a la
industria farmacéutica multinacional, a las que acusa de ser "negociantes de la
salud". El Vicepresidente asegura que en Colombia la salud depende más de los
jueces que de los médicos, porque "casi se obtiene solo vía tutela".

Revela que le ha expuesto esa situación al Ministro de Salud, pero se lamenta
y dice: "No me para bolas".

Garzón reafirma que sigue pensando en su renuncia al cargo "por razones de
salud" y porque considera la posición "absolutamente simbólica". Quiere ser
elegido gobernador o alcalde "para servir a la gente". Propone, a propósito, que
se apruebe la reelección de alcaldes y gobernadores.

Sobre el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, dice que "necesita mucha ayuda
para que le vaya bien". Opina que a Petro "le faltan humildad, tranquilidad y
escuchar a la gente". Sobre la propuesta de revocar su mandato, que radicó el
representante Miguel Gómez, comentó: "A Petro hay que ayudarlo a gobernar bien, no revocarlo".

¿Cómo va su salud?

Rogando a Dios por mi rehabilitación. Mi capacidad motriz funciona mejor.

¿Ya descartó la opción de renunciar a la Vicepresidencia?

No. Mi prioridad es la salud. Tanto la de mi esposa como la mía.

Pero se lo advierte muy recuperado...

La procesión va por dentro, dice el refrán. No descarto renunciar, para
dedicarme más a mi recuperación y a la de mi esposa. Pero permítame decirle que en este trance comprobé que hay mucha discriminación en materia de salud en este país.

¿En qué sentido?

No todo el mundo recibe la misma atención. Ojalá la que he recibido la
tuvieran todas las personas. Mucha gente tiene que acudir a la tutela para que
se le reconozca el derecho a la salud. En Colombia, desgraciadamente, la salud
no la ordenan los médicos, sino los jueces.

Siendo usted miembro del Gobierno, ¿qué ha hecho para remediar esa
situación?

Se lo he dicho al Ministro de Salud. Le pedí que todos los hospitales
públicos funcionen y garanticen el servicio de salud. Le sugerí tomar decisiones
muy serias.

¿Y pasó algo?

Al parecer no me paró bolas, pero voy a continuar hablando sobre ello.

¿El problema no es falta de recursos?

No, señor. Existen recursos para garantizar la salud a toda la población. El
problema es de administración. Se deberían tomar decisiones para que los
gobiernos locales entiendan que deben prestar un servicio de salud
eficiente.

¿Pero quién no toma las decisiones?

El Ministro de Salud, los secretarios de Salud y los alcaldes y
gobernadores.

¿Qué decisiones deberían tomar?

Actuar mucho más enérgicamente contra las EPS. Vigilarlas para que
cumplan.

¿Por qué lo dice?

Porque muchas están burlando el derecho de la gente a salud rápida y
eficiente. No cumplen su deber. Habría que tomar acciones puntuales. Actuar con más energía. Violan la ley. Las EPS no están siendo leales con la Constitución.

La salud es un derecho, no un favor. Un enfermo requiere atención inmediata.

¿Pero qué deficiencias concretas advierte usted?

Las EPS deben entender que la salud no es un negocio. Falta, además, que las
empresas farmacéuticas entiendan que los medicamentos no son para enriquecerse.

Los de Colombia son los más costosos de América. Infortunadamente, aquí la salud se volvió un negocio. A las EPS, a la industria farmacéutica, hay que meterlas en cintura. Se están enriqueciendo con la salud de la población.

¿Qué propone con respecto a los medicamentos?

Imponerle a la industria farmacéutica que cobre en Colombia los mismos
precios que tiene en la región. Si solo se aplicara ese control, los precios
bajarían más del 50 por ciento. No funciona la libertad vigilada porque se
cometen abusos.

¿A qué atribuye que el fenómeno ocurra solo en Colombia?

Es un negocio de las multinacionales.

Pero tenemos una importante industria nacional...

Sí, pero es necesario decirles a las multinacionales que regulen los precios,
que no cobren cuatro o cinco veces más de lo que cobran en España o en Ecuador.

No se puede usar la vida de los seres humanos para enriquecerse. Se cometen
abusos, tanto en salud como en educación.

¿Cuál es su crítica sobre la educación?

Hay que ofrecer más oportunidades de estudio tanto en la educación
secundaria, como en la técnica y universitaria. Podemos pactar una política de
alianza entre las universidades privadas y públicas para llevar el mayor número
de jóvenes al sector universitario, a través de ampliación de la universidad a
distancia.

Pero el Gobierno sostiene que no hay recursos, es que hasta la
Universidad Nacional se está cayendo...

Tanto el Gobierno de Bogotá como el Gobierno Nacional tienen una deuda social con la Nacional. Es urgente la reparación de todas sus instalaciones.

Eso vale 2 billones de pesos...

La democracia cuesta, la salud y la educación cuestan, pero todo lo que se
invierte en salud y educación es ganancia.

¿Y de dónde saldrán los recursos?

Mire: el gobierno de Brasil acaba de tomar una decisión trascendental, y es
que todas las regalías petroleras se van a destinar a educación. Aquí ya
llegamos al millón de barriles diarios. ¿Por qué no dedicamos parte del aumento
de las regalías petroleras y las nuevas regalías del carbón y el ferroníquel
solo a la educación? Busquemos un convenio con la Universidad Nacional a
Distancia y acuerdos con universidades privadas para que amplíen los cupos.
Ojalá la Ministra de Educación lograra ese tipo de convenios.

Si usted puede contribuir en tantas cosas de gobierno, ¿por qué tomó
la decisión de no volver a ser Vicepresidente?

Porque es un cargo simbólico, y yo, a estas alturas de mi vida, con 66 años,
¿para qué tengo cargos simbólicos? Me limitaré a seguir luchando para que al
presidente Juan Manuel Santos le vaya muy bien.

¿Usted es partidario de eliminar la Vicepresidencia?

No. Acabarla es una acción contra la democracia. Colombia no aceptará volver
a la designatura. No desea que alguien ocupe el cargo de Presidente de Colombia
sin haber sido elegido por voto popular.

¿Qué cargo quiere usted tener?

Uno en el que le pueda ayudar más a la gente.

Por ejemplo...

Como alcalde o gobernador de una región se puede ayudar más.

Como usted ha anunciado que no volverá a aspirar a la
Vicepresidencia, ¿cree que el presidente Santos sí debe aspirar a ser
reelegido?

¡Cómo me pregunta a mí lo que él debe decidir!

¿Pero usted cree que la obra de gobierno del presidente Santos puede
quedar incompleta con solo 4 años en el poder?

Él ha sido un buen gobernante, pero no puedo hablar en su nombre. Quedaría
como un sapo. Sobre el tema, solamente habla el propio presidente Santos.

¿A usted le gusta la reelección de los cargos de elección
popular?

Defiendo por principio la reelección en cualquier democracia. Defiendo
también la reelección de alcaldes y gobernadores; me parece injusto que se
puedan reelegir concejales, diputados, parlamentarios, Presidente y
Vicepresidente y no se puedan reelegir alcaldes y gobernadores.

¿Por qué ha fracasado esa reforma cada vez que se
presenta?

Por egoísmo. El parlamento está en deuda con la democracia local y
regional.

Apropósito, ¿cómo le ha parecido Gustavo Petro como alcalde de
Bogotá?

Hay que ayudarle para que haga bien la tarea como gobernante. Ayudarle más
desde el Gobierno Nacional, desde los sectores público y privado de la
ciudad.

¿Ayudarle en qué?

A que le vaya bien. Si a él le va bien, nos va bien a todos los que vivimos
en Bogotá. Hay que darle consejos para que pueda gobernar mejor.

¿Él sí recibe consejos?

El Alcalde es consciente de que necesita mucha ayuda. Él tiene que aprender a
escuchar. Oír más al Gobierno Nacional, escuchar más al sector empresarial.
Permítame, además, decirle esto: desde cualquier cargo público que uno tenga,
hay que tener humildad y tranquilidad y, sobre todo, el don de escuchar a los
demás.

¿Cree que el don de la humildad que usted proclama le falta al
alcalde Petro?

Hay que pedirle que tenga humildad y oídos. Él debe tener más diálogo con los
diferentes sectores políticos y sociales de la población. Creo que es importante
que el Alcalde dialogue y construya acuerdos.

¿Qué opina de la radicación de revocatoria del mandato de Petro,
presentada por el representante Miguel Gómez?

No estoy de acuerdo con la revocatoria. Creo que con eso no se soluciona nada
y, al contrario, se agudizan los problemas. Repito: a Petro hay que ayudarlo a
que gobierne bien, no revocarlo.

En sus tiempos de parlamentario, Petro fue un gran denunciante de
asesinatos de líderes sindicales. ¿Cómo va la protección de dirigentes
sindicales?

Todavía existe, infortunadamente, el asesinato de muchos dirigentes
sindicales. Hay gente loca que cree que asesinando civiles se enfrenta a grupos
armados ilegales. No podemos permitir que se persiga a sangre y fuego a un
opositor político, a un dirigente de una organización sindical o a un defensor
de derechos humanos con el pretexto de combatir las organizaciones armadas
ilegales. Así siguen asesinando a mucha gente en Colombia.

Sobre las multinacionales, ¿cómo analiza su actuación en petróleo y
minería?

Ojalá que lo que hacen en sus países de origen, Francia, España, Canadá,
Estados Unidos, entre otros, lo hagan también aquí: respetar los derechos
humanos, el derecho de los trabajadores a formar un sindicato, a negociar
pliegos de peticiones, a adelantar huelgas. Y, claro, que contribuyan a mejorar
el ingreso de sus trabajadores. Es necesario que les tengan menos miedo a los
sindicatos.

¿Cuál es concretamente su queja?

Algunas petroleras o mineras contratan, por ejemplo, a través de terceros. A
un trabajador lo vinculan a través de empresa contratista y no directamente. Eso
está prohibido por la legislación. En el acuerdo sobre el TLC entre Estados
unidos y Colombia, que firmaron los presidentes Obama y Santos, también quedó prohibido.

¿Qué opina sobre el grave estado de salud del presidente
Chávez?

Pido a Dios que le dé salud para bien de Venezuela, para bien de Colombia y
para bien de la paz en nuestro país.

¿Cree que los diálogos de La Habana van a terminar bien?

Todos los colombianos aspiramos a eso. Las Farc deben entender que lo mejor
que les puede pasar en este momento es un acuerdo de paz. A la paz no hay que
tenerle miedo; la paz requiere perdón y reconciliación. Será muy difícil
alcanzar la paz con rencor. No conozco un solo proceso de paz en el mundo que
haya sido exitoso sin perdón. El presidente Santos está siendo muy valiente al
buscar la paz, porque lograrla es más difícil que hacer la guerra.

YAMID
AMAT
Especial para EL TIEMPO