'Confío en que Uribe deje gobernar al próximo Presidente', afirma César Gaviria

El ex presidente César Gaviria admite que el Partido Liberal no ha sabido transmitir sus propuestas en esta campaña electoral.
Foto: El Tiempo
Domingo 11 de Abril del 2010

El ex presidente liberal analiza el futuro electoral de su partido en charla con Yamid Amat.

El ex presidente César Gaviria le pide al presidente Uribe que "deje gobernar al próximo mandatario, sea quien sea"; formula duras críticas a los que califica como muchos errores de la administración actual, y prevé que el Partido Liberal va a regresar al poder, como gobierno o como parte de la futura coalición de gobierno.


"Terminó el palo", dice el ex mandatario y anuncia que para el liberalismo también termina su actitud de oposición, advirtiendo que el futuro gobierno, si no gana el liberalismo, debe aceptar posiciones que este partido defiende.


¿Cómo ve la campaña?


Me alegro por el tono cordial y respetuoso que se ha dado, en un ambiente nada parecido a la polarización que ha caracterizado al presidente Uribe. Los candidatos no tienen ese carácter y me alegro, porque el país necesita más serenidad.


¿A quién va a apoyar el Partido Liberal en la segunda vuelta presidencial, si como muestran las encuestas Rafael Pardo no lo logra?


Evidentemente, las encuestas no son favorables, a pesar de que somos el tercer partido. Con los resultados de las elecciones de marzo, somos la tercera fuerza del Senado y la segunda de la Cámara. Ante este panorama, el candidato tiene que ser capaz de mejorar, de mostrar lo bueno y lo malo del gobierno Uribe, y la campaña no está sirviendo para eso.


¿En qué, concretamente, ha actuado mal el Presidente?


El sistema de salud se deterioró y la emergencia ha servido para mostrar el nivel de gravedad de los problemas.La administración que llega tiene que decir cómo va a enfrentar la crisis. El problema tributario es supremamente grave. El país va a crecer menos y tiene una situación fiscal complicada. El próximo gobierno va a tener que hacer una reforma estructural de las finanzas públicas y los candidatos deberían empezar a hablar de eso. Sólo hablan de bajar los impuestos, pero no de los errores de esta administración.


¿Cómo cuáles?


Hay un serio deterioro del Ministerio de Transporte. No se hicieron las carreteras que el país necesita y no hay con qué hacer infraestructura. La política tributaria no favorece el empleo. Hay que hacer algo y no es simplemente prometer que se va a crear empleo. ¡Es decir cómo se va a hacer para crearlo! Hay muchos impuestos a la nómina. Y hay lunares como los falsos positivos, las chuzadas, cosas que nunca han debido ocurrir.


Pero, le insisto: ¿a quién va a apoyar el Partido Liberal en la segunda vuelta?


El candidato liberal necesita mejorar su campaña y él es consciente de ello; necesita ser capaz de transmitir qué le ofrece a la sociedad; cuáles son las reformas que propone. No estamos llegando bien con nuestros mensajes y tenemos cerca de 50 días para recoger por lo menos al 20 por ciento de los ciudadanos que se declaran liberales. Lo otro es que el Partido necesita asumir el compromiso de tomar una decisión colectiva. Nos tenemos que hacer respetar y espero que seamos capaces de llegar a la segunda vuelta, pero si eso no llegara a ocurrir, el Partido debe ser decisorio en la elección presidencial. El candidato tiene que ser capaz de reunirse con su bancada y sus dirigentes, y tomar una decisión para apoyar a quien se comprometa con nuestras ideas. No se entendería que un partido como el Liberal se desgranara o no generara un hecho político de importancia.


¿Si el candidato liberal no va a segunda vuelta, el liberalismo debe apoyar a Juan Manuel Santos, Noemí Sanín o Antanas Mockus?


El Partido tiene que permitir internamente la discusión; la gente debe tener preferencias; pero, en medio de todas las diferencias que tengamos, el Partido tiene que hacer valer la fuerza histórica del liberalismo.


¿Existen acaso dudas de que la decisión no sea colectiva?


Alguna gente tiene ese temor. En la semana que acaba de terminar, hemos hecho reuniones con los parlamentarios, para que todo el mundo se ponga de acuerdo en que lo que hay que hacer es eso: tomar una decisión colectiva. Hay campañas que andan detrás de la gente, tratando de llevarse a los parlamentarios. No lo lograrán.


¿Pero el liberalismo se siente más cerca de Noemí o de Juan Manuel Santos?


Esa decisión hay que tomarla en el momento en que haya que tomarla, si es que hay que tomarla. Soy partidario de que el Partido no tome sino decisiones colectivas.


¿Usted es partidario de una alianza con quién?


No tengo preferencias en este momento, entre otras cosas porque estamos con la candidatura de Pardo. Tampoco tengo vetos para nadie, ni tengo antipatías con nadie: ni con Santos, ni con Noemí, ni con ninguno de los otros candidatos. Parte de la buena cosa que pasó con el hundimiento del referendo fue entender que Colombia tiene buenos candidatos.


¿Y usted con cuál simpatiza más?


El apoyo liberal no puede ser por simple simpatía. Si eventualmente el Partido no pasa a la segunda vuelta, la persona por la que vaya a votar el Partido tiene que asumir compromisos para defender muchas de nuestras ideas. No podemos apoyar por simples preferencias.


¿El Partido Liberal tiene músculo suficiente todavía para estar otros cuatro años sin poder?


Ese tema me parece accidental. Cuando asumí la dirección todo el mundo decía que este partido se iba a desintegrar, y nadie se fue nunca. No somos un partido de papel, ni creado a la carrera; tenemos historia. También estoy seguro de que el próximo gobierno, cualquiera que sea, no va a actuar en el ambiente de polarización en el que nos metió el presidente Uribe, en el sentido de que había que ser amigo incondicional de él o, si no, nos trataba como enemigos. Los otros sectores políticos, y no quiero demeritar su triunfo, hicieron elecciones con mucho dinero, burocracia y contratos.


¿La misión, entonces, es volver al poder?


¿Estar con cualquier gobierno, dice usted? No. El Partido no se puede comportar así; tiene que entender que estas elecciones con doble vuelta, en donde nadie tiene mayorías absolutas, imponen coaliciones y tiene que tratar de ser parte de una coalición. Cuando hablo de decisión colectiva, estoy hablando de que si no logramos pasar a la segunda vuelta, y eso es una posibilidad, debemos estar en una de esas coaliciones, pero no a cuenta de nada y sin compromisos.


¿Hacer parte de la coalición que se forme alrededor de un candidato victorioso?


Pero no sólo por eso, sino porque comparta las ideas que hemos defendido.


¿Por ejemplo?


Hemos protegido a las víctimas y defendido los derechos humanos. Nos preocupan muchísimo los falsos positivos. Nos parece aterradora la manera como el Estado usa la inteligencia para perseguir a sus contradictores políticos, para perseguir a la Corte Suprema. En la política agraria hubo demasiados desvíos y nos inquieta el deterioro del sistema de salud. Nos preocupan los retrocesos en la descentralización. Al tomar la decisión sobre a quién apoyar, tenemos que ver que esas ideas estén reflejadas.


¿Juan Manuel Santos supone la prórroga del gobierno Uribe?


Yo no descalifico a nadie porque haya apoyado al presidente Uribe o porque haya sido uribista. Estamos obligados a mirar hacia adelante.


¿Qué políticas del actual gobierno cree que deberían mantenerse?


La gente cree que la mayor fortaleza del Presidente está en su política de seguridad, y no creo eso. La mayor fortaleza está en que ha sido cercano a la gente. Ha gobernado como gobernaban los emperadores romanos y los reyes católicos en España: yéndose a los sitios a gobernar. La gente ha visto a su gobernante cercano de sus problemas.Puede que no los haya resuelto, y yo creo que en muchos casos no lo hizo, pero la gente lo sentía cercano. Su prestigio nace de la cercanía con la gente.


¿Siente a Noemí Sanín como uribista?


Ella no se define como no uribista. Puede que el presidente Uribe no la quiera tanto como quiere a Juan Manuel, pero el Partido Conservador ha sido el principal beneficiario burocrático del gobierno de Uribe.


Pero ella siempre se opuso a una nueva reelección...


Por eso. El Presidente nunca le perdonó a nadie que aspirara a la Presidencia; ni a sus contradictores, ni a sus amigos. Ojalá, ahora, no se meta en la campaña como se metió en la consulta conservadora. A lo único que aspiro es a ser constructivo con cualquier gobierno que venga. El del presidente Uribe me llevó a una situación en la que aparecí como si fuera negativo. Quiero ayudar a resolver los problemas y que, en el próximo gobierno, el Presidente tenga gobernabilidad, que nos concentremos en los problemas y no en sectarismo político, y que el nuevo gobierno no tenga que comprar sus mayorías en cada proyecto de ley con puestos y contratos.


¿Usted termina su actitud de oposición cuando termine el gobierno Uribe?


Todo el mundo sabe que soy constructivo. Quiero ayudarles a los gobiernos sin renunciar a la independencia crítica, porque no soy un político de cuotas. No he tenido cuotas en este gobierno, ni en ninguno de los anteriores, y no voy a tenerlas en el próximo.


¿Cree que al Partido Liberal le llegó la hora de dejar de hacer oposición para hacer parte del Ejecutivo?


Esperamos ser gobierno con un candidato liberal, pero si no podemos, quisiéramos ser gobierno con una coalición en la que nuestras ideas se reflejen.


¿Y qué espera de Uribe como ex presidente?


Que deje gobernar al próximo Presidente. A pesar del inmenso peso político que tiene sobre el Partido de 'la U', sobre sectores del Partido Conservador y sobre el PIN, que deje gobernar.


¿A qué atribuye el fenómeno Mockus?


Mockus, Peñalosa, Garzón y Fajardo son personas de muy buenas condiciones. Su popularidad corresponde a que la gente está cansada de la politiquería. La corrupción se ha seguido profundizando, y ya no solamente reparte los puestos públicos entre los partidos políticos, sino la contratación estatal. Y si las candidaturas independientes empiezan a tener opción, no es sólo por las condiciones de esas personas, sino porque la gente está hastiada de la politiquería.


¿Llegarán Mockus y Fajardo a la segunda vuelta?


Todos los candidatos podrían llegar a la segunda vuelta. El Partido Verde acaba de hacer una demostración muy impresionante.


¿Y la enfermedad que Mockus ha reconocido que padece, párkinson, podría afectar su aspiración?


No lo sé. Me gusta su transparencia para anunciarlo antes de la elección. Ha actuado con gran responsabilidad.


¿Cómo ve la candidatura de Germán Vargas Lleras?


Siempre había querido que nos reagrupáramos con Germán, pero nunca se pudo; que hubiera consulta liberal con Germán, pero no se pudo y ya es un poco tarde.


¿Si se presenta un reagrupamiento liberal, cree posible que su partido termine apoyando la candidatura de Noemí?


Nada es imposible.Vamos a tomar una decisión realista y a tratar de hacer valer el peso del Partido Liberal. A pesar del palo que nos dieron en estos años, ahí estamos. Este no es un partido de lentejos y no lo van a lentejear.


Mejor dicho, ¿ya no más palo?


Estemos adentro del gobierno o afuera, no vamos a tener otro Presidente dedicado a perseguirnos, como lo ha hecho el presidente Uribe. Cualquiera que sea el nuevo Presidente, va a pensar que le podemos colaborar. Confío en que Uribe lo va a dejar gobernar.


¿Incluyendo a Juan Manuel Santos?


Esa es una de las decisiones que él tiene que tomar, si es que en la campaña él tiene margen de maniobra suficiente para tomar decisiones, o si las toma el presidente Uribe, porque en la campaña Uribe parece haberle puesto todos su alfiles.


YAMID AMAT
ESPECIAL PARA EL TIEMPO