Diálogo de paz puede seguir aun en elecciones: Iragorri

Ministro dice que acuerdo en el segundo punto sería una razón para que el proceso debe continuar.

Foto: El Tiempo
Domingo 13 de Octubre del 2013

El Ministro del interior, Aurelio Iragorri Valencia, se declara –contra la opinión de su padre, el senador Aurelio Iragorri Hormaza– partidario de no suspender los diálogos de paz de La Habana mientras se cumple el proceso electoral, pero admite que “hay incertidumbre” y que “la gente está desesperanzada”.

Según el ministro Iragorri, las Farc tienen que mostrar hechos. “Estoy comprometido con los diálogos de paz, pero el pueblo colombiano está esperando resultados concretos de ese proceso y que se pase de las palabras a los hechos; de los titulares de prensa a los acuerdos que cambien la historia –dice–. La voluntad de paz no puede ser solo del Gobierno”.

¿No es partidario de suspender el diálogo como su padre, el senador Iragorri?

Lo que el país anhela es detener este desangre de más de cincuenta años. Si hay unos resultados concretos en el proceso, hay que continuar.

¿Por qué el país no tiene información sobre qué es lo que se está decidiendo?

Lo más importante es mostrar un acuerdo total. Al final del proceso todo se hará público. Conocer los acuerdos de manera parcial podría generar unas reacciones que seguramente no ocurrirían frente al acuerdo final.

¿Entonces no habrá anuncios parciales de los avances…?

No. Anuncios parciales no habrá. Simplemente se señalará si sobre determinado punto de la agenda hubo acuerdo o no.

¿No teme que al proceso le haga daño la incertidumbre?

Hay dos temas que le inquietan a la opinión pública: por un lado es cierto que hay una incertidumbre generalizada y, por el otro, que en la medida en que pasa el tiempo, este ha jugado en contra de la paz y la gente siente desesperanza. Hay un marcado escepticismo con respecto al proceso, y cuando me refiero a la necesidad de que haya acuerdos concretos, es para romper el escepticismo. Sectores mayoritarios de opinión temen que no va a ser posible llegar al acuerdo de paz.

¿Usted comparte esa incertidumbre?

La comparto, pero creo que seguir con la guerra es el camino más doloroso para Colombia. Si las Farc no permiten avances, se generalizará la incertidumbre. El país siente la necesidad de que después de un año de diálogo, lleguen acuerdos concretos que permitan recuperar la esperanza en el proceso.

¿Si las Farc anuncian avances concretos al cumplirse un año de diálogo, usted es partidario de mantener las conversaciones en pleno proceso electoral?

Sí. Un acuerdo en el segundo punto de la agenda, que es la participación de las Farc en la política, sería una razón para pensar que el proceso debe continuar.

¿Ni siquiera suspensión temporal durante el proceso electoral?

No. Esa es mi opinión, pero la decisión la tiene el Presidente. Apoyaré cualquier decisión que él adopte. Pero, repito, si las Farc avanzan y pasan de las palabras a los hechos, hay que seguir negociando. La paz no resiste más retórica. La paz es ahora y con el presidente Santos. Esta es la gran oportunidad de la paz.

¿Es decir, piensa usted todo lo contrario de su padre?

Sí. Él tiene una opinión diferente, pero también dijo que a su edad no va a cambiar de parecer, y lo único que puedo hacer es respetar su posición.

¿Usted es optimista sobre el proceso?

Tengo un optimismo moderado desde que empezó el proceso. Nadie dijo que era fácil lograr un acuerdo de paz después de tantos años de sangre y guerra. Admiro la perseverancia y la decisión del presidente Santos de haber cambiado paradigmas, de haber sido capaz de sentar a las Farc a negociar y de sacar adelante la ley de víctimas y de tierras para reparar a más de 5 millones y medio de víctimas de la guerra.

¿La eventual reelección de Santos, si es que decide aspirar, está atada al avance del proceso en La Habana?

No. Los intereses de la patria siempre van a estar por encima de los intereses políticos. A lo que tenemos que estar dedicados es a cumplirle al pueblo colombiano y no pensar en si lo que ocurre en Cuba afecta o no una posición electoral con respecto a la reelección. Estoy convencido de que los resultados de La Habana no inciden para nada en su decisión. El Gobierno ha hecho todo lo que está a su alcance para lograr ese acuerdo. Si no se logra, será una gran responsabilidad de las Farc.

Es decir, si llegara a romperse el acuerdo de La Habana, ¿eso no sería un fracaso del presidente Santos, que frustraría su eventual aspiración a la reelección?

Usted me está preguntando quién gana y quién pierde. Si no hay acuerdo de paz, esté absolutamente seguro de que pierden las Farc. Perderían la más grande oportunidad que hoy se les da, de abandonar las armas, de abandonar la guerra y de contribuir, sin el ímpetu de los fusiles, a la construcción de un mejor país para todos. Si se rompe el proceso, el destino de las Farc sería esperar capturas, neutralización o abatimiento.

¿La gente le está teniendo miedo a la paz?

No. No es miedo a la paz. Es la frustración de que el tiempo pasa y nada pasa. El país está exigiendo acuerdos concretos para detener la violencia en Colombia.

La opinión pública parece polarizada entre las posiciones del presidente Santos y la expresidente Uribe sobre la paz…

Sí. Estoy convencido de que el país tendrá que decidir entre la paz y la guerra.

¿Piensa que la alternativa que plantea el expresidente Uribe es la guerra?

Sí. La posición de ellos es no al diálogo y sí a la guerra, y así lo han manifestado. El camino de la paz no se puede plantear de manera simple. En esa búsqueda, este gobierno no ha cedido ni un centímetro del territorio, ha avanzado en seguridad y sigue atacando a la guerrilla en todos los frentes.

¿Qué opina sobre las críticas del expresidente Uribe contra el proceso de paz?

El expresidente Uribe es un candidato que está en la oposición; forma parte de un grupo de más o menos 800 candidatos que van a participar en el proceso electoral, y ciertamente tiene una posición muy distinta a la del presidente Santos. La posición del Presidente se la ganó con el apoyo popular más grande en la historia de Colombia y está dedicado a cumplir con los compromisos que adquirió con el pueblo. Uno de ellos es lograr la paz para Colombia. Uribe está en todo su derecho de expresar sus opiniones, y mal puedo comenzar a rebatir o a respaldar las opiniones de 800 candidatos.

¿Cómo va la seguridad?

Cada día avanzamos más. Este gobierno dio de baja al número uno y al número dos de las Farc y a 47 de sus cabecillas, tarea que se consideraba casi imposible. Ni siquiera lo logró en sus períodos de gobierno el presidente Uribe, con los buenos resultados que obtuvo en ese campo. Hay problemas de seguridad ciudadana que combatimos de manera decidida. Hay un fenómeno de microextorsión que se está combatiendo. Lo generaron las ‘bacrim’, y todos los jefes que esas bandas tenían hace dos años hoy están bajo tierra o detrás de las rejas. En Barranquilla se hizo un plan de seguridad, y los resultados son extraordinarios: se redujo en más del 60 por ciento ese tipo de criminalidad. Medellín tiene problemas de microextorsión. Trabajamos con el alcalde en un plan que dará los mismos resultados que en Barranquilla.

¿Qué cree que va a ocurrir en las próximas elecciones?

Se van a fortalecer los partidos tradicionales.

¿Su padre debe encabezar lista para Senado?

Espero seguir de ministro hasta que termine este gobierno.

En el Partido Conservador se oyen voces favorables al retiro del Gobierno…

En todos los partidos hay disidencias propias de la libertad democrática. Oficialmente, el Partido Conservador está apoyando hoy, de manera decidida, al presidente Santos, y la posición mayoritaria es seguir en la Unidad Nacional y respaldar al presidente Santos.

¿Y si el Partido Conservador decide lanzar candidato propio y no apoyar la reelección del Presidente, si es que el mandatario aspirará a ella?

Esa es una decisión soberana que puede tomar cualquier partido de no hacer parte de la Unidad Nacional y retirarse del Gobierno.

¿Esas voces que se han oído de retiro del Gobierno, junto a las del Partido Verde, no están debilitando la coalición de Unidad Nacional?

Eso no es así. La Unidad Nacional no está debilitada, se mantiene, está fortalecida. Gracias a esa unidad se aprobaron nuevas normas y leyes que jamás en Colombia se habían podido lograr, como el ordenamiento territorial, que llevaba 20 años y 16 intentos. Así hay muchos ejemplos más. La reforma a la salud salió de cuidados intensivos y va por buen camino. Tampoco es cierto que el Partido Verde se haya ido del gobierno. Ahí están Lucho Garzón, Luis Eladio Pérez, Alfonso Prada, Félix Barrera y otros.

‘A los campesinos se les cumplirá’

¿Qué es lo que pasa con el campesinado, que se oyen otra vez voces de protesta?

Cambiar la estructura general del campo, abandonado desde hace tantos años, no es fácil; no se logra con una varita mágica. Los cambios empezaron a ejecutarse, y todo el Gobierno tiene el mandato del Presidente de cumplir los acuerdos y en eso venimos trabajando.

Algunos sectores hablan de un nuevo paro…

Hay intereses diversos en ese tema. Algunos líderes de los paros dicen en sus regiones que van a ser candidatos al Congreso, y ojalá que sus ambiciones políticas no estén por encima de los intereses de los campesinos.

¿Eso está ocurriendo?

Sí. Algunos de ellos están en ese camino. Otros líderes, que realmente representan el descontento del pueblo campesino, tienen que entender que superar el abandono estructural del agro necesita tiempo. Hay acuerdos a corto, mediano y largo plazo. No se pueden realizar todos los cambios el mismo día. La instrucción del Presidente hoy es que vamos a revisar cada uno de los acuerdos, para que no tengan interpretaciones diversas. La decisión del Gobierno es hacer la revolución del campo. Esta es una oportunidad histórica con la que el presidente Santos, nuevamente, está rompiendo paradigmas.

¿Están revisando lo pactado?

No. Vamos a revisar los avances del cumplimiento y la ejecución de lo pactado, y además vamos a establecer si ha habido una interpretación equivocada de lo firmado. La voluntad del Gobierno es cumplir. El campo es el corazón de la paz.

¿Cuáles de los acuerdos con los campesinos se han cumplido?

Estamos cumpliendo. Por ejemplo, la obligación que tienen ahora todas las entidades del sector público de que en toda licitación les den mayor calificación a quienes ofrezcan productos nacionales en temas alimentarios; eso representa aproximadamente 500.000 raciones de alimentos entre el Ejército, la Policía, Bienestar Familiar y otros. Esa resolución ya se expidió. Otra medida: no se exige la certificación para las semillas nativas colombianas sino solo para las semillas importadas. Una más: la revisión de las salvaguardias de nueve productos alimenticios. Y otra: se redujeron los aranceles de los insumos agrícolas.

¿Es posible que los acuerdos no se estén cumpliendo?

Para eso se va a hacer esa revisión bajo la directriz del propio Presidente. El gobernador de Boyacá, Carlos Granados, puso un ejemplo muy válido. Contó que él tenía un buen amigo y que lo perdió porque él le prestaba plata al amigo y el amigo le prestaba plata a él. Nunca hacían las cuentas, y cuando las fueron a hacer perdieron la amistad, porque ambos pensaban que uno estaba tumbando al otro. Vamos a hacer esa revisión de manera pública y al más alto nivel para que nadie piense que no se está cumpliendo. A los campesinos se les cumplirá.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO