‘En Colombia, cultivar coca no puede ser una forma de vida’

Guillermo Botero, nuevo ministro de Defensa, anuncia planes en la erradicación de estos cultivos.

Foto: El Tiempo
Domingo 02 de Septiembre del 2018

Para el exdirigente empresarial Guillermo Botero, hoy ministro de Defensa, su máxima tarea será lograr la seguridad ciudadana y enfrentar dos grandes guerras, luego de que la lucha armada contra la insurrección terminó en un tratado de paz: guerra contra el narcotráfico y guerra contra la minería ilegal.

Para lograr esos objetivos, pedirá de las Fuerzas Militares una gran tarea: que sean eficientes. A Botero el país lo conoce como exitoso empresario: estuvo en la presidencia de la Federación Nacional de Comerciantes durante 15 años. Ahora comienzan a conocerlo como soldado de la seguridad y guerrero contra el narcotráfico y la minería ilegal.

Usted llega al Gobierno desde la empresa privada. ¿El Ministerio de Defensa es eficiente y garantiza la seguridad ciudadana?

Siempre que uno llega a una institución se pregunta cómo será posible hacerla más eficiente. En todas las actividades uno siempre es capaz de aumentar la productividad. Eso mismo se puede hacer con la Fuerza Pública, más si se tiene en cuenta la revolución tecnológica. Empecemos por el tema de seguridad ciudadana. Los alcaldes locales han pedido aumentar el pie de fuerza...

"Estamos pensando en un programa para estimular el uso de cámaras y otros dispositivos de seguridad, y articularlos con las centrales de mando y control"

Sí, y yo me pregunto: ¿no será más útil invertir esos recursos en tecnología y no en más personal de vigilancia? Hay que aumentar, por ejemplo, el número de cámaras en barrios, en calles, en centros comerciales. Estamos pensando en un programa para estimular el uso de cámaras y otros dispositivos de seguridad, y articularlos con las centrales de mando y control.

¿Crear una especie de alianza entre autoridades locales y privados para más dispositivos de seguridad?

Sí, se podría hacer con recursos disponibles de fondos públicos o con beneficios tributarios que estimulen la adquisición de esos elementos.

Es decir, ¿la manera de volver más eficiente la Fuerza Pública es dotándola de instrumentos de tecnología moderna?

Exactamente, pero no solo eso. Hay que entregar todos los instrumentos que estén al alcance para fortalecer las áreas de inteligencia que permitan la persecución sistemática de las bandas criminales, que son las causantes de la mayoría de los delitos en las ciudades. Adicionalmente, la seguridad es un proceso colectivo, por eso se está impulsando la Red de participación ciudadana que vendrá acompañada de un programa de recompensas.

El hecho de que usted le dé tanta importancia a la seguridad urbana muestra que el país está en paz. ¿El problema ya no es la guerra y sí la delincuencia?

Entre todos los colombianos tenemos que construir una definición de paz; que cuando esa palabra se use, todos entendamos lo mismo. Si usted es un ganadero del Guaviare, tiene una definición de paz de pronto diferente a si usted es un agricultor de Nariño o un habitante de Bogotá.

Sobre sus apreciaciones respecto a la definición de paz, ¿cuál es su concepción de paz?

Es una concepción holística, de tranquilidad del ciudadano, de armonía para la convivencia en sociedad, de seguridad en el campo y en la ciudad.

Pero ¿la situación de guerra que vivía la nación desapareció?

Yo diría que la guerra se transformó, y me estoy refiriendo a la ruralidad.

¿En qué sentido?

Los grupos y las amenazas han venido mutando. Hoy no constituyen un riesgo a la supervivencia del Estado social de derecho, pero su accionar sí demanda una estrategia contundente para lograr el control territorial que permita estabilización. Hay unos grupos armados organizados que no atacan a la Fuerza Pública, a menos que esta llegue detrás de los narcocultivos y de la minería ilegal, que son sus principales fuentes de ingresos.

La nueva lucha es diferente, en el sentido de que mientras uno no les toque su 'banco', que no es nada diferente a esa fuente de ingresos ilícitos, no hay problema.

Digamos que ese puede ser el diagnóstico...

Pero no nos hemos quedado viendo el panorama. Estructuramos con las Fuerzas Militares el Plan Diamante, que ya ha comenzado a dar sus frutos.

¿Plan Diamante para hacer qué?

Atacar lo que produce el dinero ilícito. Es una lucha diferente, es otra concepción. Usted ya no va a encontrar a estos criminales emboscando al Ejército. Ellos atacan cuando el Ejército llega a acabar con la minería ilegal o con los narcocultivos. Dicen: "mi plata no me la tocan", y ellos son los celadores del 'banco'. Nosotros vamos detrás de sus ingresos. Es aquí donde entran los tres pilares fundamentales del programa del presidente Duque: legalidad, emprendimiento y equidad.

Pero, concretamente, ¿qué va a hacer usted para combatir los narcocultivos?

Esto requiere de una acción de todos. Es decir, los colombianos y la comunidad internacional, con la cual compartimos la responsabilidad. El primer paso será garantizar el control territorial para luego llegar con todas las entidades del Estado que prestan servicios asistenciales. A partir de este punto, habrá que educar y crear las condiciones para abandonar la ilegalidad mediante la implementación de procesos productivos que permitan la subsistencia de las familias.

El objetivo es erradicar. ¿Será una acción obligatoria o voluntaria?

Lo ideal es la voluntaria, pero una vez evaluados los costos, eficiencia y velocidad, por mencionar algunos factores, se hace necesaria la obligatoria. Los tiempos juegan un papel fundamental por los daños colaterales que se están produciendo. Por ejemplo con el microtráfico y el daño irreversible que le está causando a una nueva generación.

Pero el asunto es que nada rinde tanto como la siembra de coca...

Sí, efectivamente, así es, pero nadie puede permanecer en la ilegalidad, y en la medida en que persistan en ella deberán responder penalmente. Es decir, la situación social no es excusa para cometer delitos, y eso es un ejercicio pedagógico importante que hay que hacer: esa no puede ser una forma de vida.

Pero el problema es que si no siembran coca se exponen a que los asesinen...

Como dije antes, la primera acción es el control territorial que permita garantizar la seguridad de los ciudadanos. Eso quiere decir desarticular las estructuras criminales existentes en las áreas de cultivos.

¿Ese es el mayor problema que enfrenta hoy el Ministerio de Defensa?

Sí, esa es el principal, pero la minería ilegal es de una gravedad inmensa por el daño a la salud y al medioambiente.

¿Tanto como la droga?

Tanto o mayor. El daño que produce la minería ilegal es irreversible y tiene un costo absolutamente infinito. Se está perdiendo la profundidad de los ríos y su capacidad de transportar agua, lo que hace prever que en los grandes inviernos, inmensas cantidades de tierras serán anegadas. A esto se suma el envenenamiento por utilización de químicos, como el mercurio. Es la destrucción del ecosistema.

¿A qué se llama minería ilegal?

La minería ilegal consiste en la explotación minera sin tener los títulos ni la autorización para desarrollar esa actividad. Es agresiva y destructora. De esta concepción hay que excluir a la minería artesanal.

¿Quiénes están dedicados a la minería ilegal?

Estructuras criminales locales que se apoyan a veces en mafias internacionales.

¿La minería ilegal es solo búsqueda de oro?

Ese es el principal mineral, pero existen otros como el coltán y el platino.

¿Por qué no hay detenciones de personas o empresas dedicados a la minería ilegal?

Sí las hay, pero muy pocas; la legislación sobre este punto es sumamente débil. Cuando se producen detenciones, a las pocas horas son liberados, y eso frustra porque no tiene sentido montar grandes operativos y detener unas personas que, por falta de instrumentos legales, son puestas en libertad. Estamos avanzando en la preparación de un proyecto de ley para superar esta circunstancia y convertir la minería ilegal en una actividad punible en la totalidad de la cadena productiva.

¿Cuántos municipios en Colombia están afectados por este fenómeno?

Hay un total de 281 municipios en 25 departamentos del país. Y los más afectados son Cauca, Chocó, Antioquia, Bolívar y Nariño. En Colombia hay aproximadamente 20.500.000 hectáreas de producción minera potencial, pero solo 4'400.000 hectáreas poseen titulación.

¿En qué medidas no policivas se está pensando?

Pensamos en la posibilidad de que el Banco de la República tenga nuevamente el monopolio del oro. Sería un paso bien importante, pero aún está en proceso de evaluación. Es voluntad del presidente Duque volver a retomar esa idea.

El Ministerio de Defensa no es un ministerio millonario y todos los ministros han tenido que viajar a Washington a pedir ayuda, ¿usted lo va a hacer?

Estados Unidos es un aliado estratégico de Colombia en la lucha contra la ilegalidad y su apoyo es fundamental. La primera visita provino de parte del secretario de Defensa General, James Mattis, quien se reunió con el presidente Duque, con mandos militares y policiales y conmigo.

"Mi visita a Washington está prevista para octubre, ya con la presencia del nuevo embajador, Francisco Santos"

Mi visita a Washington está prevista para octubre, ya con la presencia del nuevo embajador, Francisco Santos.

Sobre el Eln, ¿qué se va a hacer?

Es un grupo armado organizado y como tal se le combatirá. En este corto periodo hemos capturado 28 cabecillas.

El presidente Duque puso un término al Eln para que decida si negocia o no...

Él dio un plazo de 30 días para que demuestre que tiene una verdadera voluntad de paz.

¿Y qué va a hacer si el Eln no responde en ese término?

En su debido momento se evaluará la situación y se tomarán decisiones.

¿La cúpula militar será ratificada o renovada?

El país tiene un Comandante en Jefe de las Fuerzas Militares y de Policía de Colombia, quien será el que tome la decisión correspondiente.

¿Qué sabe del paradero de Iván Márquez y Darío Velásquez, el 'Paisa'?

Se tiene certeza de que abandonaron los espacios territoriales de capacitación y reincorporación (ETCR), pero se desconoce su paradero.

Una de las novedades que ha comenzado a regir bajo su gestión es la de la denuncia electrónica. ¿Qué resultado ha dado?

Esta herramienta, que implementó la Fiscalía en conjunto con la Policía, empezó a operar en julio del 2017. Consiste en que cualquier ciudadano puede hacer denuncias por internet. Los resultados son sorprendentes, pues los niveles de denuncia han aumentado para el caso de hurto a personas en casi un 50 por ciento, evidenciando que en el pasado el delito no se estaba denunciando plenamente.

Por este medio se pueden denunciar seis tipos de delitos, y para el 2019 se espera que lleguen a 13. Aprovecho para darles un mensaje a los integrantes de la Fuerza Pública, en el sentido de que uno de los objetivos de este gobierno es brindarles seguridad jurídica y bienestar.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO