‘La guerra sigue, no hemos logrado pararla’: presidente de la JEP

Roberto Carlos Vidal anota que 'el conflicto contaminó a todo el mundo en el país'.

Foto: El Tiempo
Lunes 05 de Junio del 2023

"Todos los crímenes que se cometieron durante mas de 50 años del conflicto son un asunto terrible y desgraciadamente no será posible juzgarlos todos.. Es muy importante que el país lo entienda: que no va a ser posible reparar todos los daños. La jurisdicción está diseñada para trabajar con lo posible".

Claro está el diálogo del cronista de EL TIEMPO, con el presidente de la jurisdicción especial para la paz, Roberto Carlos Vidal, se abre con esa pregunta:

¿Qué es lo posible para la jurisdicción?

Escoger los hechos más graves y representativos. Por eso la JEP trabaja 11 casos que tienen diferentes estructuras. Uno, el secuestro. Dos: la situación territorial de tres municipios en Nariño. Tres: los falsos positivos. Cuatro: Caso territorial del Urabá antioqueño y chocoano. Cinco: la situación en el norte del Cauca y el sur del Valle del Cauca. Seis: victimización de miembros de la Unión Patriótica. Siete: reclutamiento forzado de niños y niñas. Ocho: crímenes de la fuerza pública en asocio con paramilitares y terceros. Nueve: ataques a grupos y territorios étnicos. Diez: crímenes de las FARC - Once, violencia sexual y de género. En esos 11 casos nosotros nos esmeramos mucho en una discusión con la población civil, porque las organizaciones de víctimas nos presentaron mil informes diciéndonos investiguen esto, aquello. Hicimos una base de datos con 20 millones de entradas cruzando toda la información disponible . Sobre eso decidimos estos 11 casos, que es una decisión bien difícil. Claro, siempre podrá ser objetada. Pero sí se ha reconocido que son los casos claves. Fueron tantos los crímenes que solo vamos a investigar lo más grave y representativo.

¿Pero además se juzga a todo el mundo?

Nooo. Nosotros podemos concentrarnos en los máximos responsables. La mayoría de las personas que van a la JEP, miembros de Fuerza Pública, antiguos guerrilleros, entran en procesos de reintegración, porque esto es una justicia de reconciliación. ¿Qué es lo que le importa al país con nuestros juicios? Conocer la verdad. Que los máximos responsables reconozcan su responsabilidad y que haya unos procesos restaurativos. Eso es lo que nosotros podemos ofrecer. No es ni juzgarlos a todos ni juzgarlo todo. Eso lo intentó hacer la justicia ordinaria y se ahogó. La justicia ordinaria tiene millones de procesos. ¿Y qué pasa con eso? No pueden avanzar. No tienen cómo. Esa es una conclusión de la propia experiencia colombiana. Por eso hay que concentrar los esfuerzos. Entonces no tenemos los millones de casos abiertos de la justicia ordinaria, tenemos 11, pero en esos 11 el país tendrá resultados.

De todos los casos que la JEP ha escuchado o se ha informado ¿Cuál es el que más lo ha estremecido ?

Todos son estremecedores. Pero si le hablo humanamente como Roberto Vidal, personalmente, yo recibí algunos testimonios de los miembros de las Farc, del Secretariado, y al principio yo tenía miedo de sentarme a hablar con ellos. ¿Qué encontré? Un señor igualito a mi papá, un señor de la misma edad, de provincia, era un campesino que terminó convertido en un criminal de lesa humanidad, metido en el conflicto. Y cuando me encuentro al general o al oficial del ejército, es lo mismo. Unos señores como cualquiera, que por estar metidos en este conflicto terminan haciendo cosas perversas. Entonces cuando usted me pregunta qué es lo que más me estremece, es descubrir que el conflicto contaminó a todo el mundo y sacó lo peor de la gente común y corriente. ¿De qué le estoy hablando? De encontrar gente de las Farc diciéndonos "ah, no... es que hubo un momento en que los secuestros nos los pedían los comerciantes. Para acabar con la competencia. Secuestre al dueño del almacén del frente y yo le pago y me lo quito de al lado..." Eso es lo terrible del conflicto. La gente más común y corriente metida en las cuestiones más perversas y por eso también la importancia de erradicar el conflicto. Porque es un riesgo terrible. El conflicto es un caldo de cultivo para las peores cosas, para el ataque a la población civil, para las violaciones, para la corrupción, para el comercios de drogas, de armas, de gente para la esclavitud. Una sociedad en conflicto se expone a las peores expresiones de la humanidad y yo creo que eso es lo que hemos vivido en Colombia. El país no tiene conciencia de eso y la necesitamos para poder salir de la guerra.

¿Salir de la guerra?

Es que la guerra sigue. La guerra no la hemos parado.

¿Se siguen repitiendo las atrocidades de la guerra?

Absolutamente sí. Y es lo que más nos piden las víctimas. Avancen, avancen. Pero les rogamos una cosa. No repetición, no repetición.

¿Se está repitiendo?

Si. Se esta repitiendo. El último año 2022-2023, tuvimos 1 millón de desplazados nuevos. O sea, el conflicto sigue vivo. Por eso es por lo que también le digo. Independientemente de que sea este gobierno o el próximo; este país va a tener que 

seguir trabajando por la paz hasta que la logremos. No podemos desentendernos de eso. ¿Cómo lo vamos a lograr? No sé, pero esto es una cuestión que va más allá del gobierno, de la dirigencia. Tiene que ver con la sociedad en su conjunto que se tiene que empeñar en salir adelante.

¿Usted diría que el país sigue en guerra?

Y lo triste es que no es una percepción nuestra, es el Comité Internacional de la Cruz Roja, que es el que evalúa los conflictos en el mundo. En su informe el año pasado dice que hay siete conflictos armados en Colombia, siete conflictos, tres de grupos subversivos contra el Estado y cuatro de grupos armados, entre ellos en que ni siquiera participa el Estado. Entonces las Farc contra el ELN, el Clan del Golfo, contra el otro clan y regiones completas en guerra. Este es un país en guerra, desgraciadamente.

¿Usted no ve solución?

Tiene que haber solución, porque yo también veo muy peligroso asumir que estamos en una guerra, que no hay nada que hacer y que ya convivimos con ello, porque nosotros somos así, como ha pasado en muchas épocas. Yo no creo que seamos violentos ni nos gusta la guerra; creo que tenemos un problema que debemos resolver. No podemos convivir con eso y quedarnos indiferentes.


YAMID AMAT 

Especial para EL TIEMPO