'No tengo ninguna duda de que el año entrante la inflación bajará’: minhacienda

En entrevista con Yamid Amat, José Antonio Ocampo habló de los retos y problemas económicos.

Foto: El Tiempo
Domingo 20 de Noviembre del 2022
¿Quién y cómo va a contener el alza de precios de los alimentos que tanto está golpeando los presupuestos familiares? La conclusión a la que se llega, luego de hablar con el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, es que el Gobierno se dispone a aplicar una especie de 'freno de mano' a la inflación en alimentos.

Permanentemente sonriente, animado, agradable durante la conversación, el ministro explica que se siente "absolutamente optimista" sobre la marcha de la economía del país. Tal vez valga la pena anotar, como una de las posibles razones de su estado de ánimo, que nuestro diálogo se produjo casi inmediatamente después de la aprobación en el Congreso de la reforma tributaria. Su gran victoria.

"Se asegura -dice- la financiación de la gran inversión social que hará este gobierno". Y se abre el diálogo...

¿Habrá una adición presupuestal?

Ya fue aprobada. Nosotros tenemos la curiosa tradición, que algún día debe cambiar, de que cuando hay un gobierno nuevo, el gobierno anterior es el que presenta el proyecto de presupuesto. A ese presupuesto le hicimos una adición que fue objeto de larguísima discusión del gabinete. La decisión más importante, un tema que está subyacente en otras áreas, es el desarrollo rural.

¿Es decir, la reforma agraria?

Incluye la reforma agraria. Habrá muchas inversiones en vías terciarias y programas de apoyo a la economía campesina en particular. Además, inversiones en educación y salud. En el caso de educación, hay dos prioridades: la infraestructura escolar, sobre todo para municipios pobres y apartados, y las becas universitarias para los sectores de más bajos ingresos, que también se beneficiarán de las mejores tasas de interés del Icetex que quedaron incorporadas en la reforma tributaria.

¿Y en la salud?

Pues, la prioridad básica son programas preventivos que se están comenzando a poner en marcha. Pero en el tema de salud, así como en el de la vivienda, otra gran prioridad es el agua. La falta de agua potable en muchas partes del país, incluyendo algunas ciudades importantes, Santa Marta es el ejemplo más notorio, es alarmante. E inversiones en vivienda rural. También son esenciales los programas de paz, entre ellos el apoyo a la desmovilización. Otra inversión que me parece importante es la que se hará para financiar la sustitución de cultivos ilícitos. Uno puede decir que también tiene relación con el tema rural.

Pero todo eso requerirá otro presupuesto adicional...

Sí. Se presentará en febrero.

¿Todo para inversión?

Hay que esperar cuál es la inflación. Porque, de pronto, habrá que hacer un ajuste adicional de salarios públicos y de pensiones.

A propósito de inflación, la norma impone que el alza del salario mínimo debe ser la inflación más productividad. Es decir, se está calculando 12, 14, 15 por ciento de aumento del salario mínimo. ¿Así será?

Ese tema, como es tradicional, es objeto de una negociación tripartita.

Y ¿la inflación cuánto será?

Ojalá terminemos, no sé, en 11, 11 y medio por ciento. El aumento de precios al por mayor de alimentos de la Bolsa Mercantil de Colombia ha bajado. Y, a nivel internacional, los precios de los alimentos también vienen bajando. Son dos elementos positivos. Gracias a la baja de la inflación que prevemos para 2023, habrá un aumento del salario real. Los asalariados van a tener un mayor ingreso y eso ayuda a la demanda.

¿Usted no les teme a los efectos inflacionarios de un aumento de salario?

No. Mire: yo le digo cuatro factores que son positivos para la actividad económica. Primero: la baja en la inflación va a generar un aumento de los salarios reales. No tengo ninguna duda de que el año entrante la inflación bajará. Y que, en consecuencia, el alza del salario mínimo que vendrá va a ser superior a la inflación del año entrante.

Porque este año fue al revés...

Sí, sí, sí, fue mucho más alta la inflación que el aumento del salario mínimo. El segundo factor positivo es las exportaciones no petroleras van muy dinámicas. En los tres primeros trimestres el crecimiento fue de 23 por ciento. El tercer factor es que van a bajar las tasas de interés y, por lo tanto, desaparecerá el efecto negativo que las altas tasas generan. Y el cuarto, cuando uno aumenta los impuestos, pero los gasta, el efecto económico es positivo. Entonces la reforma tributaria sí tiene efecto positivo, particularmente si se dedica a programas sociales. La forma más sencilla de explicarlo es la siguiente: vendrá un aumento del gasto público y eso va a tener un efecto positivo sobre la actividad económica.

El presidente Petro hace unas semanas criticó mucho a la junta directiva del Banco de la República por aumento de las tasas. Pero usted, como presidente de la junta directiva del Banco, sabe que ese es un instrumento irreemplazable para contener la inflación. ¿Sigue pensando lo mismo?

Creo que todos los presidentes en algún momento han criticado a la junta directiva del Banco de la República. No es el presidente Petro el primero. Una discusión que sí está sobre la mesa, inclusive a nivel mundial, es esta: ¿qué provoca la inflación? ¿Mayor demanda o menor oferta? Cuando es demanda es muy claro que la tasa de interés es un instrumento de austeridad. El efecto es más débil cuando es de oferta. Las tasas de interés más altas no mejoran la oferta.

¿La inflación en Colombia la produce el aumento de la demanda o la declinación de la oferta?

Esa es una de las discusiones que hemos tenido. Si usted lee las actas de la junta directiva, verá que hay opiniones diversas. Yo he expresado el punto de vista de que gran parte del problema de inflación es la baja de oferta.

¿Esa baja de la oferta ha ocurrido?

Visto de otra manera, el alza de precios internacionales ha sido un factor que ha afectado a todos los países. Es una inflación de carácter mundial.

Si usted tiene razón, entonces ya el Banco de la República debería contener el alza de las tasas de interés...

Eso ya lo veremos en diciembre. Pero depende mucho de dos circunstancias: la primera es si la inflación de noviembre efectivamente se modera. Ese sería un índice positivo. Y la segunda es qué hará Federal Reserve, el Banco Central de Estados Unidos. Si las aumenta, el Banco de la República no puede quedarse retrasado, porque eso genera un incentivo a la salida de capitales, que no conviene.

¿Hasta dónde el aumento de las tasas de interés está golpeando el crecimiento de la nación? ¡En el tercer trimestre hubo un aumento de apenas el 7 por ciento!

¿Apenas? Un aumento del 7 por ciento es de las mejores del mundo entero.

Pero hace un año fue del 12 por ciento...

Ah, no... es que el 12 por ciento del año pasado no es muy correcto, porque estaba comparado con un trimestre pésimo del 2020, cuando aún estábamos afectados por la pandemia. Le voy a recordar esto: en ese momento produje uno de mis tuits más exitosos, cuando estaba por fuera del Gobierno. Hice un comentario sobre el crecimiento económico del 2021, cuando el Gobierno salió a decir que era el mejor crecimiento de la historia. Yo puse: "Sí, pero después del peor año de la historia".

Pero ¿este crecimiento del 7 por ciento en el tercer trimestre le pareció adecuado?

Sí, pero el indicador de actividad económica que también estima el Dane sí se desaceleró. La tendencia mundial es hacia el decrecimiento.

¿Nos va a ir mejor o peor?

Yo pienso que nos va a ir mejor. De hecho, así lo indican todas las estimaciones que hay hasta ahora comparativas, y me refiero al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a la Cepal, todas indican que Colombia va a ser uno de los países con mejor crecimiento, el año entrante, en América Latina.

Pero en ese tercer trimestre el crecimiento del sector agrícola fue negativo...

Es preocupante. Estos fenómenos climatológicos sí han afectado la producción agrícola. Está en marcha un plan para fomentar la producción de alimentos.

¿Qué piensan hacer?

Aparte de política de más crédito, otorgaremos subsidios a los fertilizantes.

¿Subsidiar? ¿Cómo, ministro?

Básicamente, el Ministerio de Agricultura va a dar un bono a los agricultores para que puedan pagar parte de los fertilizantes. No se incluye agricultura totalmente comercial, o sea, la caña de azúcar, la palma africana, el banano de exportación. Es para alimentos y para el café, que ha tenido también problemas con el clima.

¿Lo que el Gobierno planea es subsidiar los alimentos?

Exacto. Lo que esperamos es que eso ayude precisamente a fomentar la producción, sobre todo de alimentos. La otra política está en la reforma tributaria y es arancel cero para todos los insumos agropecuarios.

Usted anunció que el Gobierno iba a tomar unas medidas para evitar que el aumento del salario mínimo suponga una indexación en muchos otros costos...

Esa fue una propuesta que hice en el Consejo de Ministros y fue aprobada. Vamos a terminar con la indexación que produce el alza del salario mínimo. Hemos encontrado que hay 204 productos y servicios asociados al aumento. Yo jamás me imaginé cuál era la magnitud del problema. Hay casos de ley, pero la mayor parte son de decretos.

Entonces, vamos a establecer una regla diferente.¿Cuál es la regla diferente para evitar eso en Colombia?

Podemos ajustarlas con la inflación básica, o sea, la inflación que toma como referente el Banco de República para determinar la tasa de interés.

¿Qué es inflación básica?

Inflación sin alimentos y sin precios regulados. Vamos a dictar un decreto para detener esa cascada de alzas. Y las que son de ley, presentaremos un proyecto.

¿El decreto es para evitar que todo suba en Colombia con el alza de salario?

Exactamente. No tiene ningún sentido atar toda una cantidad de precios al salario mínimo. Vamos a cambiar esa regla. No estamos diciendo que vamos a congelar precios. Habrá alzas asociadas a la inflación básica, pero no al salario mínimo.

¿La gasolina sí seguirá creciendo?

Sí. Progresivamente. Pero el presidente ha dicho que el ACPM seguirá congelado, por lo menos, hasta mediados del año. Así se contiene el aumento de los precios del transporte de carga y de pasajeros.

¿Cómo son sus relaciones con el sector industrial?

Muy bien. Tenemos muy buenas relaciones.

¿Ya se mejoró su relación con el presidente del Andi, Bruce Mac Master?

Hay un tratado de paz.

¿Qué hacer con el dólar?

Muchos países hemos sufrido fuertes devaluaciones.

¿Pero usted teme que la volatilidad que estamos viviendo con el dólar va a continuar?

Yo espero que no. Los pronósticos de los agentes de mercado no dan para ser pesimistas. Yo creo que finalmente el dólar se va a estabilizar por debajo de los 5.000 pesos. Creo que no hay ninguna razón objetiva para que siga creciendo.

La opinión pública se pregunta: ¿qué sentido tiene que mientras Ecopetrol se convierte en la gran riqueza nacional, el Gobierno insista en marchitarla?

Eso no es así. El Gobierno es super pro-Ecopetrol. No tenemos ningún deseo de debilitar a Ecopetrol.

Pero el Gobierno defiende y promueve una política antiextractiva...

Yo no creo que haya una política antiextractiva. Hay casi 200 contratos de exploración de petróleo firmados, que se mantienen y van a tener resultados en términos de producción.

Lo veo muy optimista, ministro...

Lo peor que le puede pasar a un país es tener un ministro de Hacienda pesimista.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO