Misión de Observación Electoral: ‘Hay que reformar el código electoral’

Alejandra Barrios, la directora nacional de la MOE dice que el sistema electoral no debe fallar hoy.

Foto: El Tiempo
Martes 31 de Mayo del 2022
Alejandra Barrios, la directora nacional de la Misión de Observación Electoral (MOE), dice que sí hay mecanismos para evitar los fraudes y que hoy el sistema electoral no debe fallar.

Desde su creación, los relojes suizos se hicieron famosos por su exactitud. "Así tienen que ser las elecciones de hoy. La Registraduría debe funcionar como un reloj suizo para recuperar la confianza ciudadana perdida".

Esta afirmación la hace Alejandra Barrios, directora nacional de la Misión de Observación Electoral (MOE). Fundada por la misma Alejandra hace 24 años, esta es una plataforma de organizaciones civiles que se ha caracterizado por la lucha contra el fraude electoral. Alejandra, titulada en el Externado y en Los Andes, sobre finanzas, relaciones y regímenes contractuales internacionales, fue una de las activistas estudiantiles que impulsó la Séptima Papeleta que dio origen a la Constitución del 91.
La MOE es miembro de la red global de monitores electorales. Dice sobre la campaña electoral que vive el país que "ha sido una campaña muy larga que se ha parecido a una montaña rusa y, de manera particular, desde el pasado 13 de marzo con las elecciones a Congreso".

¿Ha sido una campaña intensa, no le parece?
Muy intensa. Se ha caracterizado por tener un lenguaje muy fuerte, incluso con expresiones de incitación a la violencia y al odio racial, y lamentablemente llena de descalificaciones, de señalamientos entre unos candidatos y otros más que el debate de las propuestas. Ha sido una campaña de incertidumbres y con una sensación de desconfianza debido a las inconsistencias en los resultados electorales de marzo.

¿Cree que habrá problema en el proceso de escrutinios?
Afortunadamente el proceso de escrutinios se hace de manera muy minuciosa, es completamente independiente de la Registraduría y del Ejecutivo. Se hace a través de comisiones escrutadoras principalmente conformadas por jueces y notarios. Y al ser completamente autónomas no hay nadie que les pueda dar una orden para hacer o dejar de hacer algo. Así que esto ha permitido ya avanzar en tener una 'verdad electoral'. Al día de hoy, se resuelven temas en el Consejo Electoral frente a reclamaciones, pero este es un proceso absolutamente normal.

¿Qué tanta es hoy la confiabilidad del proceso electoral?
Las inconsistencias entre los resultados del preconteo y los escrutinios de las elecciones legislativas, así como la falta de respuestas completas y oportunas de la Registraduría, sin duda afectaron la confianza de las organizaciones políticas y la ciudadanía. No obstante, también se evidenció que tenemos un sistema electoral robusto en el que los errores se deben corregir y se corrigen generando legitimidad.

Es inaceptable que Colombia esté tan atrasada en garantizar la participación política de las mujeres. Es increíble que no se implemente la paridad de género, que hoy es limitada

En general, ¿ha actuado bien la Registraduría en corregir los errores?
Ha dado muestras claras de avances en el acceso a la información. También ha desarrollado múltiples mesas técnicas, pruebas y simulacros a los que ha invitado a organizaciones políticas y a misiones de observación electoral. Estos elementos contribuyen a generar un contexto de menor desconfianza en las elecciones. Hoy la Registraduría debe funcionar como reloj suizo para recuperar la confianza ciudadana perdida.

¿Cuál es la función de los observadores electorales de la MOE?
Los observadores son las personas que verifican el cumplimiento de las reglas electorales, sin ningún tipo de afiliación o influencia partidista. Identifican qué se está haciendo bien y qué no. 3.539 observadores nacionales e internacionales que desplegamos el día de hoy en 467 municipios del país son el corazón de la tarea de la MOE y así podemos hacer una observación técnicamente rigurosa que abarca casi todo el territorio nacional. Observar es nuestra misión, nuestra razón de ser, y es solo gracias al esfuerzo de todos estos voluntarios que nos es posible hacerlo.

¿Qué tanta falta hará la auditoría internacional?
Sin duda, lo más conveniente era que se llevara a cabo una auditoría internacional de los sistemas de escrutinios. Sin embargo, ya se cuenta con una auditoría contratada por la Registraduría con la empresa Javh MacGregor a todos los sistemas tecnológicos empleados en estas elecciones. Esta no suple la conveniencia de una auditoría internacional, pero contar con ella es muy importante. En este contexto, resulta absolutamente indispensable que se transparenten los resultados de la auditoría que se llevó a cabo, que se entreguen al Consejo Nacional Electoral y a las organizaciones políticas, y que se hagan públicos los hallazgos de la misma.

¿Pero la empresa Javh MacGregor será la única auditoría?
No. En nuestro sistema electoral contamos con otros mecanismos de vigilancia y de supervisión que, si bien no suplen las auditorías independientes, son fundamentales ante todo para generar confianza en las elecciones y sus resultados. Me refiero tanto al control que ejercen los auditores e ingenieros de organizaciones políticas, como las que pueden hacer las distintas campañas.

A pesar de todos estos controles, vigilancia y auditorías, ¿hay riesgo de fraude?
En todos los procesos electorales existe un riesgo sobre una posible alteración de resultados electorales. Si lo que usted me pregunta es qué tan altos pueden llegar a ser, debe tenerse en cuenta de dónde provienen los riesgos, ya sea de origen externo como la compra de votos, la violencia o los constreñimientos, o de origen interno, como malas prácticas o fallas que se den en el interior de la organización electoral. En este sentido es que cobra especial relevancia contar con un sistema de controles y contrapesos que, como el previsto en el sistema electoral colombiano, permite una vigilancia y supervisión para evitar la alteración de resultados.

Ustedes han emitido varias alertas sobre las regiones donde hay alto riesgo...
Efectivamente, la MOE identificó 375 municipios con algún nivel de riesgo, es decir, un tercio de los municipios en el país. En elecciones pasadas se evidenció una muy baja participación en algunos puestos rurales de estos municipios. El Gobierno debe garantizar que allí se puedan votar. El Gobierno dice que tiene priorizados 99 municipios por riesgo por la presencia de grupos armados ilegales.

¿Cómo califica la labor que ha adelantado el actual registrador, Alexánder Vega?
Más que calificar la labor del registrador, vale la pena más bien mirar la gestión de la Registraduría en la organización de las elecciones a Congreso y a Presidencia. Durante el proceso de organización de las elecciones legislativas no se mantuvo la tradición de inclusión e información permanente a los partidos sobre el paso a paso de la organización de las elecciones. Esto permitía que las organizaciones políticas y la MOE pudieran presentar recomendaciones, hacer alertas tempranas, plantear las inquietudes que se iban presentando. Sin embargo, a partir de los problemas que surgieron en las elecciones legislativas, y del contexto de exigencia que se ha generado tanto desde las organizaciones políticas como de las misiones de observación electoral, y también desde la ciudadanía, la Registraduría ha ido avanzando en una dirección muy distinta. Esto, a través de la celebración de mesas técnicas de socialización de distintos temas, la realización de múltiples pruebas y simulacros, así como a través de la entrega de mucha más información de aquella a la que se tuvo acceso previo al 13 de marzo. En este sentido, resulta fundamental que la Registraduría siga avanzando en esa dirección, y que la información sobre los resultados electorales sea transparente, abierta, completa y oportuna.

¿Cómo calificaría usted el sistema electoral?
Tenemos un buen sistema electoral con importantes mecanismos de control y vigilancia para garantizar la legitimidad. Sin embargo, hay distintos elementos que se tienen que fortalecer o modificar.

¿Por ejemplo?
Es inaceptable que Colombia esté tan atrasada en garantizar la participación política de las mujeres. Es increíble que no se implemente la paridad de género, que hoy es limitada. 19 de los 32 departamentos no garantizan la participación política de las mujeres. En Cesar, Casanare, Guaviare y Guainía no se ha elegido a una sola mujer como representante a la Cámara desde la Constitución de 1991.

¿Y en materia de financiación de las campañas, cómo vamos?
Ese es otro tema fundamental. En Colombia no sabemos cuánta plata se gasta en las elecciones, de dónde sale esa plata, qué intereses privados pueden estar asociados a la misma. Las funciones de control que se ejercen son absolutamente limitadas y tenemos que avanzar hacia un mayor control y supervisión de los recursos como una medida indispensable para el combate a la corrupción política.

Otra gran confusión que hubo en esta campaña fue el tema de las coaliciones...
Así es. El Congreso que se instale el próximo 20 de julio tiene que hacer la reglamentación de las coaliciones. Hoy tenemos un vacío legal frente a las coaliciones, y en esta campaña había muchas dudas frente a lo que se podía y no se podía hacer, y esas mismas dudas se van a presentar en el ejercicio de Gobierno.

¿Es, en consecuencia, necesaria una reforma del Código Electoral en Colombia?
Sin duda. Hay muchos temas para brindar mayores garantías. Además de lo señalado, tenemos que dejar atrás esta práctica anacrónica de llenar tres formularios E-14 y no dar un paso adelante como usar un papel autocopiante.

¿La compra de votos sigue siendo una práctica consuetudinaria en Colombia?
La dinámica general se mantiene: ofrecerle algún tipo de beneficio a alguien para que vote por un partido o candidatura. En todos los procesos electorales se presentan reportes de compra de votos, especialmente el día de la elección. Esta es una desafortunada realidad de nuestra política y que tiene origen en la pobreza, la desigualdad social y una cultura que incentiva a las personas que aspiran a cargos públicos a solo acercarse al electorado en tiempos de campaña para lograr su voto.

¿Qué le pareció la declaratoria de inconstitucionalidad de la reforma de la Ley de Garantías?
Modificar esta ley fue una decisión no solo inconstitucional, como lo dijo la Corte, sino absolutamente inconveniente. Lo más preocupante es que al día de hoy no hay forma de dar seguimiento e identificar los efectos concretos que se generaron con su eliminación, puesto que el Estado no ha brindado los mecanismos y herramientas para dar seguimiento a las contrataciones que se llevaron a cabo en los 4 meses previos a las elecciones a Congreso, amparados en esa eliminación.

¿Cuál es la mayor queja de las campañas?
Ante la ausencia de una auditoría internacional, los esfuerzos de las campañas políticas se han concentrado en la acreditación de las personas que en su nombre vigilarán no solo el proceso de votación sino también el de escrutinios.

¿Cuál es su mayor inquietud por la jornada electoral de hoy?
Principalmente, contar con información clara, completa y transparente de los resultados electorales que permita verificar la adecuada transmisión de la información del preconteo y un seguimiento a los escrutinios es fundamental. Confiemos en que todos los ajustes que ha hecho la Registraduría permitan tener unos resultados pronto pero, sobre todo, absolutamente confiables y donde haya una coincidencia entre lo informado en el preconteo y el resultado del escrutinio.

¿A usted no le parece demasiado corto el tiempo entre primera y segunda vuelta?
El Consejo Nacional Electoral tiene solo una semana para poder declarar si hay segunda vuelta presidencial, si alguno de los candidatos no saca la mitad más uno de los votos. Esto es en tres semanas. ¿Esto qué significa? Que esta primera semana que sigue de elecciones se tienen que declarar los resultados. Vienen los días en los que se hace la impresión y el envío del material al exterior porque una semana antes del 19 de junio se está iniciando el proceso electoral en el exterior.
Así que todo, como lo señalé, tiene que funcionar como un relojito para poder tener material electoral y para poder preparar, de así serlo, la segunda vuelta presidencial con todas las garantías para quienes compiten en ellas y también todas las garantías para los ciudadanos.

¿Qué tan eficientes son las medidas tomadas por todas las autoridades electorales y el mismo Gobierno para evitar el fraude?
La organización electoral ha avanzado en la entrega de información sobre designación de jurados de votación y acreditación de testigos electorales.
¿Usted cree que el país asistirá a un proceso electoral transparente y diáfano?
Nuestro sistema nos da las garantías, pero la actuación responsable de las entidades estatales, de las organizaciones políticas, de las candidaturas y de los actores políticos es fundamental.

YAMID AMAT
ESPECIAL PARA EL TIEMPO