‘El que viene es un Papa amigo, que también es padre y maestro’

Entrevista de Yamid Amat a monseñor Ettore Balestrero, nuncio de su santidad en Colombia.

Foto: El Tiempo
Domingo 27 de Agosto del 2017

"Se acerca la visita de un amigo, que también es padre y maestro"... Con estas palabras, el nuncio apostólico de su santidad, monseñor Ettore Balestrero, define la proximidad de la visita del papa Francisco, quien llegará a Bogotá este miércoles 6 de septiembre a las 4 y 30 de la tarde.

Francisco es el primer Papa americano. Fue arzobispo de Buenos Aires, ciudad donde nació, y va a cumplir en diciembre 81 años de edad. Es hijo de emigrantes italianos. Su padre, Mario, era contador, empleado del ferrocarril y su madre, Regina, se ocupaba de la casa. Ya, como cardenal, Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa en marzo de 2013. Fue ordenado sacerdote en 1969 y desde 1973 fue superior provincial de los jesuitas en Argentina. Conoce varias ciudades de Colombia, pero esta será su primera visita como sumo pontífice.

Monseñor Balestrero es nuncio en Colombia desde 2013 y tiene también la dignidad de arzobispo de Victoriana. Nació en Génova hace 50 años y muchas veces ha conversado con el papa Francisco sobre su visita a Colombia y los temas que abordará: la paz, el amor, la reconciliación y el futuro. Monseñor Balestrero considera la visita del papa Francisco a Colombia "un apoyo a la fe, a la esperanza y a la reconciliación entre los colombianos". 

Pero, ¿debería esperarse algún pronunciamiento especial del Papa sobre el acuerdo de paz?

La visita se produce en un momento significativo, no solo por el conflicto sino porque el país, en general, cambia. Se cierra un capítulo, no todo, porque hay algunos aspectos jurídicos y sociales que faltan por implementar y aclarar, en los cuales las víctimas estén al centro, y se abre otro en el que el país se acerca a tener todas las ventajas y aspectos positivos de las modernas democracias occidentales desarrolladas. El futuro está abierto y está todavía por escribir en gran parte. La contribución que puede dar el Papa es que Colombia sea un país respetuoso de Dios y de los hombres, un país incluyente con los más necesitados y los más pobres. 

¿Fundamentalmente, la palabra del Papa irá dirigida a quién, a las víctimas o a los victimarios? 

A todo el pueblo, porque todos tienen que aportar; no se puede simplemente dividir a la gente entre víctimas y victimarios, todos son de cierta manera sobrevivientes porque en cualquier orilla que hayan estado, todos han sido afectados por este conflicto, lo que significa que se necesita buscar un mínimo común denominador que dé esperanza a todos; esto no significa decir que no hay que responder por las propias responsabilidades; hay que hacerlo. 

La visita del Papa se promueve con el lema 'Demos el primer paso'. ¿Ese es un primer paso para ir a dónde? ¿O a qué?

Para ir hacia Dios y, por amor suyo, hacia los demás. La fe no es algo aburrido. Es un catalizador hacia la plena libertad y la alegría. El Papa nos invita a mirar a los otros con esperanza; nos anima a superar la cultura de la trampa.

"Invitará a construir una sociedad que mantenga la puerta abierta para aquellos que quieran cambiar"

El simbolismo del primer día del Papa en Bogotá es la vida; del segundo día en Villavicencio, la reconciliación; del tercer día en Medellín, las vocaciones y del cuarto día en Cartagena, los derechos. ¿Con eso qué se quiere decir? 

Estas son como las cuatro columnas sobre las cuales el Papa invitará a todos a construir Colombia como una casa común, incluyente, respetuosa de Dios y de los hombres, incluidos, en especial, los pobres y necesitados. 

¿Qué significa que el Papa reciba en Villavicencio a desmovilizados de las Farc?

El Papa no los recibirá, sino que escuchará el testimonio de algunos de ellos, así como el de las víctimas y de otros actores de la violencia. Lo mismo hará esa noche, en frente de la Nunciatura, al regresar de Villavicencio. A la luz de esos testimonios meditará sobre los puntos cardinales de la paz e invitará a unirse, para buscar un común denominador que brinde esperanza a todos. Los invitará a construir una sociedad que mantenga la puerta abierta para aquellos que quieran cambiar, sin desconocer sus responsabilidades ni equipararlos de modo injusto. 

¿Qué puede esperar Colombia de la visita del Papa?

Que llega un amigo. El papa Juan Pablo II convocó sobre todo a las multitudes; Pablo VI fue el que las educó; Francisco las está sacudiendo; la gente veía al papa Juan Pablo como un padre; vio a Pablo VI como un maestro, un educador; en Francisco, un amigo. Se acerca la visita de un amigo que aprecia mucho a Colombia, que la conoce porque él me dijo que visitó Colombia varias veces; la aprecia, valora la gente y la considera muy emprendedora; como dicen aquí, muy echada pa'lante, con un papel por jugar en la Iglesia y en la región. Le insisto: viene un amigo que, por supuesto, sabe que también es padre y también, maestro, porque el verdadero amigo también es padre y también es maestro. Y, como tal, el Papa va a proponer que ayuden a todos los colombianos a construir un país nuevo, un país diferente, un país más cerca de Dios y de la persona. 

¿Qué tanta importancia le ha dado el santo padre a su visita a Colombia?

Muchísima. Mire nada más el solo tiempo en el país. Son varios días. Es su visita más importante de este año; el Papa durante este año hará muchas visitas, pero esta es la más larga e importante por el número de días. Para dar un ejemplo concreto, en enero él va a Chile y Perú, pero el tiempo que él pasará en Colombia suma el que él va a pasar en Chile y en Perú. Esto muestra, en parte, la importancia que otorga a su visita. Él aprecia mucho a los colombianos, piensa que tienen un papel en la Iglesia latinoamericana, piensa que el país tiene una gente capaz, trabajadora, acogedora y profesional que puede jugar un trabajo importante en la región. Es muy difícil que el Papa trascurra tanto tiempo en un solo país que visita. 

Supongo que usted ha tenido ocasión de hablar con el Papa sobre cuáles son los problemas de Colombia que él tratará...

Sí. Son los problemas de un país que exactamente está en una fase de transición, que tiene muchas potencialidades, un país que tuvo un conflicto tan fuerte que todavía está abierto, que todavía tiene algunos aspectos jurídico-sociales que permanecen, pero con un futuro que no va a ser bueno por definición; hay que construirlo. 

¿Qué quiere decir un futuro que no va a ser bueno por definición?

Que está abierto todavía, falta por escribirlo. Muchas cosas dependen de qué se va a determinar de los años venideros, y eso lo deciden los colombianos. Eso, por un lado, entusiasma, y allá se ve el gran papel que jugarán los jóvenes y la educación de los jóvenes; Colombia es un país joven en donde la Colombia del mañana depende de la Colombia del hoy; por eso es que el Papa va a dirigir ese mensaje a los jóvenes del país.

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¿Usted cree que el Papa se referirá más al futuro del país que al pasado?

El Papa les va a decir que hay que hacer memoria del pasado para vivir bien el presente y para construir un futuro que sea respetuoso de su identidad católica, de su identidad cristiana y de su identidad cultural. Un país incluyente de todos, de los más pobres y de los necesitados. Los pobres y los necesitados son términos muy importantes en la vida del Papa. Así como va a hablar, yo pienso, de la verdad, de la justicia y de la misericordia. 

De todos los mensajes que el Papa pronunciará en Colombia, ¿para usted, cuál será el que merecerá la mayor atención del país?

Son distintos. Cada día está enfocado en diferentes temas. El primer día va a hablar de la vida, del respeto a la vida, del entusiasmo por la vida; el segundo día nos va ha animar a la reconciliación, entonces hablará de la verdad, de la justicia y de la misericordia. También nos hará ver cómo no es incompatible la misericordia respecto a la verdad, y no es contraria la verdad a la misericordia porque no es cristiana una verdad sin misericordia, porque sería una verdad que no tiene en cuenta la existencia y la vida concreta de la persona; pero tampoco es cristiana una misericordia sin la verdad, porque una misericordia sin la verdad es una misericordia que no respeta la verdad de la persona; entonces, él nos va a ayudar a reflexionar sobre estos grandes temas.

¿En Colombia hay una gran duda y una gran controversia sobre si el país actual debe o no debe perdonar 50 años de genocidios, de secuestros, de guerra?

Sí, y esta es una consideración personal mía: el perdón es algo muy subjetivo; creo que por un lado hay una sociedad que es bueno que tenga las puertas abiertas, y es necesario que así sea para que las personas puedan cambiar, estén abiertas y quede la posibilidad de que las personas cambien; pero, esto no les quita a las personas la responsabilidad de responder de sus acciones, y no todas las responsabilidades son iguales; hay que reconocer esto, entonces pienso que cada persona es libre y responsable de sí misma. Pero, la sociedad tiene que tener abierta esta puerta y abierta la posibilidad de una reconciliación, porque las personas pueden cambiar, no se pueden quedar de una u otra manera.

¿Por qué el Papa eligió a Villavicencio para su visita?

Porque él quería ir a una ciudad en donde un Papa nunca había estado, y él también deseaba ir a una zona difícil como el Chocó; pero, cuando nos explicaron que en septiembre en Chocó las lluvias son fuertísimas, el peligro era que si el Papa iba allá, podría ocurrir que no pudiera aterrizar o que no pudiera despegar. Por eso se descartó, pero él quería un sitio muy significativo e importante, y Villavicencio lo es; el Meta es un lugar afectado por la violencia, es la puerta de la Orinoquia, la puerta de la Amazonia, es una oportunidad de hablar, como él lo va a hacer, del respeto, del cuidado del medioambiente, la necesidad de respetarlo, la posibilidad de hablar de la reconciliación, y esto va a ser el tema del día, y la posibilidad de hablar con los indígenas, que son un componente importante del país. Es una posibilidad de hablarles a los campesinos que allá estarán y son integrantes muy importantes de Colombia. 

¿Medellín?

Porque Medellín es, por un lado, Antioquia, que es una región muy practicante católica; y porque es una ciudad que tiene la estructura y las condiciones para recibir gente que pueda ver al Papa y las multitudes puedan llegar. En Medellín, el Papa va para hablar precisamente de la vida como una vocación; hay que tomar en serio la vida, pensar que es una sola y que hay que vivirla bien, así como Dios la piensa para cada uno de nosotros. Entonces invitará a la gente a reflexionar sobre la vida como una vocación que puede ser matrimonial para casarse, para ser sacerdote o para ser religiosa. En Villavicencio, el Papa va a tener por primera vez en esta visita, un encuentro no solo con los sacerdotes y religiosas, sino con quienes serán sacerdotes y religiosas con sus familias; y todos juntos van a encontrar al Papa y hablarle de la experiencia de la vocación religiosa y sacerdotal que nace dentro de una familia. 

¿Por qué Cartagena?

Porque la Costa es una de las regiones más importantes de Colombia, hay una presencia afro fuerte y también allá irán afros del Pacífico, así que se referirá a ellos. Allá hablará de la dignidad humana y de los derechos humanos. En Cartagena está San Pedro Claver, que es un santo jesuita -y el Papa es jesuita-, que se definía como el esclavo de los esclavos. El Papa estará en Cartagena en los mismos días en los cuales se celebra la fiesta de San Pedro Claver. Él visitará la iglesia de San Pedro, donde está su cuerpo. San Pedro es un ejemplo de respeto y del amor y la entrega total a los seres humanos.

YAMID AMAT
Especial para EL TIEMPO