Entrevista a general Sergio Mantilla antes de muerte de 'Alfonso Cano'

El oficial contradijo al ex presidente Uribe y dijo que Fuerzas Militares no estaban desmotivadas.
Foto: El Tiempo
Domingo 06 de Noviembre del 2011


El comandante del Ejército, mayor general Sergio Mantilla Sanmiguel, le pide al Congreso y a los jueces de la República que definan con claridad hasta dónde va el fuero militar y pide que "se equipe a las fuerzas militares con herramientas que les permitan cumplir con su deber, sin empapelarlas". Aclara el general: "No queremos impunidad. Lo que queremos es claridad".




El Comandante del Ejército se refiere a las afirmaciones del ex presidente Álvaro Uribe, en el sentido de que los militares están desmotivados, y afirma que eso no es así. Conviene con el presidente Santos en que no es bueno mezclar a los militares en pugnas de carácter político.

El general Mantilla es natural de Santander, especialista en recursos militares y tiene una maestría en estrategia de la Universidad Nacional de Defensa de los Estados Unidos.

Señor General: ¿Cómo van las Farc?

Es cuestión de tiempo para que las Farc y el Eln se den cuenta de que están vencidos. Esa agonía que viven hoy es irreversible. Además de la victoriosa acción militar de los últimos años, la declinación de la narcoguerrilla y la calidad de sus desmovilizados, no se detiene. Ellos no pueden salir a campo abierto, solo pueden con pequeñas acciones y terrorismo, voladura de las torres, colocación de minas antipersona. Esas minas afectan a campesinos, niños, indígenas, quienes sufren inmerecidamente por esta técnica de artefactos explosivos de las Farc. Es una arma de cobardes.

¿Por qué menciona con tanto énfasis el tema de la desmovilización?

Porque se están desmovilizando hombres de 20, 25 años dentro la organización. Ellos nos dicen que la guerra en Colombia no tiene ningún futuro para las Farc. Lo que más quiero destacar es que la mayoría de los desmovilizados no son recién reclutados, sino miembros de la guerrilla con muchos años en ella.

Hay quienes afirman que con el Gobierno del presidente Santos se ha aflojado la presión sobre la guerrilla....

Eso no es cierto. Hace unos días fuimos con el señor Presidente a Marquetalia, al simbólico lugar donde nacieron las Farc. Allá hablamos de estrategia y él estuvo sentado con los soldados y con el alto mando. En el último mes hemos sostenido tres sesiones grandes tanto de estrategia y táctica como de operaciones. Con él adoptamos, por ejemplo, el plan para el Cauca, de ganar las partes altas, de quitarle a la subversión la movilidad de lado y lado de la cordillera. El Presidente propone soluciones, nos reta a ser imaginativos.

¿No tienen fundamento las versiones de que hay una desmoralización?

No, no. No es cierto. Mire: en las últimas tres semanas tuvimos un balance de 60 miembros de las Farc neutralizados... Buen ejemplo es el golpe que dimos el viernes al cuerpo de seguridad de 'Alfonso Cano'. Fueron eliminados dos de sus jefes de seguridad, incluyendo su cabecilla mayor, alias 'el Indio', y fueron capturados otros dos: alias 'el Radista' y alias 'el Zorro'. En el momento en que di este reportaje, estamos confirmando si la mujer muerta en el bombardeo en Cerro Tijeras, guarida de 'Cano' en el Cauca, era su compañera, alias 'Patricia'. Hicimos un importante decomiso de siete computadores, 39 memorias USB y 24 discos duros fuera de armas y municiones.

¿Qué significa "neutralizados"?

Desmovilizados, capturados o muertos en desarrollo de operaciones.

El ex presidente Álvaro Uribe ha dicho que las Fuerzas Armadas están desmotivadas. ¿Eso es así...?

No señor. No están desmotivadas las Fuerzas Militares. No estoy de acuerdo con la afirmación de que están desmotivados y se lo digo porque las tropas están a la ofensiva. Como dijo el presidente Santos: si estuviéramos desmoralizados, no estaríamos produciendo resultados, y en un momento tan crítico, como el de las elecciones, garantizamos el normal funcionamiento de la democracia.

Si no están desmotivados o desmoralizados, ¿están a la ofensiva?

Mire: este año tenemos 954 bandidos desmovilizados de las organizaciones al margen de la ley; 307 han muerto en desarrollo de operaciones militares y otros han sido capturados. Hemos rescatado 28 secuestrados en operaciones militares, hemos logrado la liberación de otros 78 por la presión de las tropas, hemos decomisado 2.660 armas, medio millón de cartuchos y destruido 16 mil artefactos explosivos. Estamos a la ofensiva.

¿Usted está de acuerdo con el presidente Santos, quien pidió no usar a las Fuerzas Militares para el debate político?

Esa afirmación es válida aquí y en cualquier parte del mundo.

¿Cuál puede ser el origen de la versión de quienes dicen que hay desmoralización?

El origen es muy sencillo y es una gran preocupación que tienen las Fuerzas Militares. Es el marco jurídico con el que estamos actuando. El país debe entender que nosotros somos parte de la estructura del Estado y que estamos conduciendo unas operaciones militares en el marco de un conflicto interno. Ese conflicto debe tener normas claras de juego; es decir, tiene que estar bajo el marco del Derecho Internacional Humanitario. Así lo estamos haciendo en todas las fuerzas. Lo que esperamos son normas claras que nos garanticen que, por cumplir con nuestro deber, nuestros hombres no vayan a salir "empapelados". Pero esa preocupación no nos desalienta, ni nos paraliza, bajo ninguna circunstancia. Para el Ejército, lo primordial es la defensa de la democracia, la defensa de los colombianos.

¿Y cuál es la solución?

Que nos equipen de las herramientas que nos permitan cumplir con nuestro trabajo, dándonos la certeza de que cuando hacemos las cosas bien se nos avala que las hicimos bien, que cumplimos con los protocolos, que cumplimos con las leyes. Y que cuando las hicimos mal, pues nos debe caer el peso de la justicia.

¿A usted le gusta el proyecto de reforma a la justicia, que incluye la modificación al fuero militar para protegerlo?

Aquí lo importante es tener unas normas claras que nos permitan conducir las operaciones militares y darnos las herramientas suficientes para poder combatir a los enemigos de la nación.

¿En qué consisten las reformas que se están estudiando en estrategia?

Por instrucciones de Presidencia y del Ministro (Juan Carlos Pinzón) se está haciendo una revisión muy ordenada de todo, con el propósito de mejorar. Tenemos que pasar pronto a las definiciones, y el llamado a las Farc es que comiencen a aceptar lo inevitable; así como la gran mayoría de sus integrantes se están desmovilizando, que discutan dentro de la organización si tiene sentido continuar con el terrorismo y el narcotráfico. Mientras lo deciden, nuestra estrategia va a cambiar, para ir al campo de las definiciones. Habrá más hombres, más armas, más equipos. Ese programa, que está en proceso y estudio, aprobación y adopción, lo anunciarán el señor Presidente y el señor Ministro.

¿Es necesario aumentar el pie de fuerza?

Sí. Colombia entró en un crecimiento económico impensable: somos un país petrolero, tenemos que proteger nuestros campos, hay que hacer nuevas carreteras. Crecimiento, inversión y seguridad van de la mano.

¿Y habrá modernización de armas?

Es correcto y una combinación de decisiones, que son de mis jefes.

¿Y qué ha pasado en el Cauca?

Hemos tenido dificultades en algunos sitios, pero hemos recibido del señor Presidente, del señor Ministro y del Comandante general, mi general (Alejandro) Navas, instrucciones claras de lo que tenemos que hacer, cómo lo debemos hacer y en qué tiempo debemos hacerlo. Se están contemplando soluciones que implican básicamente movimiento de recursos en el campo estratégico.

'No queremos impunidad, lo que queremos es claridad' 

¿Qué es lo que más les preocupa a ustedes del fuero militar?

No lo entendemos como privilegio, sino como una garantía. Garantías de que los procedimientos para defender mi país están perfectamente avalados y entendidos por quienes van a ser nuestros jueces.

¿Pero, todo vale, general?

Por supuesto que no. A quien roba un banco usted no puede atacarlo con un avión. No hay proporcionalidad ni lógica. Entendemos que no podemos cometer excesos, que tenemos que verificar, y verificar y garantizar que estamos cumpliendo con las normas de derecho. El problema existe cuando, de parte de quienes nos juzgan, no entienden bombardeos, confrontación armada, emboscadas, golpe de mano, son técnicas militares...

¿Emboscadas?

Ese es un problema, por ejemplo. Eso es legítimo emplearlo en el Derecho Internacional Humanitario, pero no en Derechos Humanos; tengo que esperar a que ellos me disparen. Lo correcto es que frente a una eventual acusación, la justicia penal militar debe decidir si nos juzga ella o la justicia ordinaria. Hoy ocurre lo contrario: nos juzga primero la justicia ordinaria. Aquí no queremos impunidad. Lo que queremos es claridad.

¿Pero hay casos en los que la aplicación del Derecho Internacional Humanitario supone violación de Derechos Humanos?

No. Nosotros estamos haciendo las cosas ajustados al Derecho Internacional Humanitario y los señores jueces, al hacer el examen, nos dicen que eso no debió haberse hecho con normas del Derecho Internacional Humanitario, sino de Derechos Humanos. Nuestra respetuosa solicitud es que esa dicotomía se nos esclarezca.

¿Pero, en palabras claras, qué es lo que quieren del fuero militar?

Queremos no ser víctimas de una inadecuada interpretación de los Derechos Humanos, cuando, precisamente, estamos combatiendo a quienes los violan todos los días, sembrando minas, matando niños, asesinando a nuestros soldados y policías y secuestrando nuestra gente. Eso es lo que queremos que los jueces entiendan.